La aplicación del Láser Q-Switched ND Yag fragmenta las partículas de tinta en minipartículas más pequeñas tras absorber la luz del láser nanopulsado. Esos fragmentos más pequeños de tinta son posteriormente eliminados poco a poco a través del sistema linfático y una parte del pigmento también se expulsa a través de la epidermis.
Por todo ello, tras cada sesión de láser, el borrado del tatuaje o de la micropigmentación en cejas se observa de manera progresiva a lo largo de varias semanas o incluso meses.